lunes, 26 de marzo de 2007

Del pueblo "masa" y sus representantes...

"Por otro lado, también está mal la legislación sobre el eforado. Esta magistratura suya es soberana en los asuntos más importantes. todos los éforos proceden del pueblo, de modo que muchas veces llegan al cargo hombres muy pobres que por su indigencia son venales. esto lo demostraron muchas veces en un tiempo anterior, y recientemente en lo de Andros, cuando algunos corrompidos por dinero hicieron cuanto pudieron para arruinar la ciudad entera. Por ser una autoridad excesiva y tiránica, incluso los reyes se veían obligados a hacerles halagos demagógicos; de suerte que también de este modo se perjudicaba al régimen que de aristocracia se convertía en democracia. Esta magistratura, sin duda, consolida el régimen; el pueblo está tranquilo porque participa del poder supremo, de modo que eso tanto si sucede por obra del legislador o por azar viene bien para los asuntos. En efecto, si un gobierno pretende sostenerse, es necesario que todas las partes de la ciudad quieran que exista y que permanezca. Los reyes así lo desean por la dignidad que tienen, los nobles por la gerusía (esta magistratura es un premio a la virtud), y el pueblo por el eforado (que se elige de entre todos). Era necesario, sinduda, que esta magistratura fuera electiva de entre todos, pero no del modo como es ahora pues es demasiado pueril. Además, puesto que son soberanos de decisiones importantes, siendo unos ciudadanos cualesquiera, por eso precisamente sería mejor que no juzgaran sino de acuerdo con unas normas escritas y con las leyes. y el modo de vida de los éforos tampoco está de acuerdo con el proposito de la ciudad; éste es relajado en exceso, mientras que el de los demás cae en un exceso de autoridad, hasta el punto de no resitirlo y escapan furtivamente para gozar de los placeres corporales." Aristóteles política, libro II pp. 86-87. ed. Biblioteca Básica Gredos